Rompiendo aguas

El agua es un elemento esencial para la vida. Pero hay ámbitos de la vida, aquellos en los que la propia vida se manifiesta casi en estado puro, en los que el acceso al agua divide a la humanidad en dos continentes, entre los cuales la diferencia más importante no es el clima, ni el idioma, sino las probabilidades de madre e hijo de sobrevivir a un parto.

En estos días compartimos en el blog nuestras dificultades para sobrevivir en circunstancias normales. Incluso así, Alberto comentaba que las cuentas no te salen si, por cualquier incidencia, hay una necesidad de agua que se salga de los consumos ordinarios, como tener que lavar más ropa de lo normal, si hay un enfermo en casa. Qué descalabro si en lugar de poner más lavadoras, la incidencia es un parto…

Vivir en España con50 litros es un reto, está claro. Pero entonces, habrá que inventar una palabra para expresar lo que supone parir sin agua.  Dar a luz en condiciones muy limitadas de acceso al agua y el saneamiento es mucho más que un reto, es una competición por la vida en la que madre e hijo se enfrentan no solo a la incomodidad, sino a multitud de complicaciones por la presencia de bacterias a los que los recién nacidos son especialmente sensibles, lo que se traduce en elevadísimas tasas de mortalidad materno-infantil.

En las maternidades de la provincia de Cabo Delgado, en Mozambique, parte de nuestro trabajo ha consistido, precisamente, en facilitar el acceso al agua y al saneamiento en las maternidades de las zonas rurales. Una ducha, agua corriente y un equipamiento básico de saneamiento están contribuyendo de manera significativa a aumentar las probabilidades de que madre e hijo vuelvan a casa, máxime si se tiene en cuenta que, por motivos culturales, las mujeres suelen acudir a los centros de salud sobre todo si hay complicaciones en el parto.

Como miembro de ONGAWA y muy especialmente como madre, no se me ocurre ningún otro espacio de trabajo en el que se pueda decir con mayor legitimidad que trabajar por el derecho humano al agua es sinónimo de hacerlo por la vida. Trabajar por facilitar el agua y el saneamiento en una maternidad es dar oportunidades a que la misma vida comience. Vaya desde aquí mi admiración por las mujeres que, con sus hijos, salvan los muchos obstáculos que preceden y suceden a un parto. Y mi agradecimiento a todas las personas que, de muchas maneras distintas, les alientan en su esfuerzo, a miles de kilómetros de distancia y nos ayudan a seguir trabajando.

PROPUESTA DE ACCIÓN DEL DÍA

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 En ONGAWA tenemos algunas ideas para contribuir a solucionar el problema del agua en los países del Sur, pero queremos que nos cuentes las tuyas, uniéndote a la ola por el Derecho Humano al Agua.

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